Hay que echarle valor para plantarse ante un emperador romano y reclamar la recompensa que han puesto por tu cabeza.
Entre el año 29 y el 19 a.C. el tiempo que duró la ultima fase de conquista romana en Hispania, el emperador del momento, Octavio Augusto puso precio a la cabeza de un rebelde. Corocotta.
Entre el año 29 y el 19 a.C. el tiempo que duró la ultima fase de conquista romana en Hispania, el emperador del momento, Octavio Augusto puso precio a la cabeza de un rebelde. Corocotta.
Unas décadas antes en Lusitania Viriato (un pastor que lucho contra los romanos siendo un héroe de la resistenicia) fue traicionado por sus compañeros, y cuando estos exigieron la recompensa, Roma se negó a pagar: "Roma no paga a traidores"
En el norte, esta anecdota se repitió, un pastor que lucha contra el invasor y se convierte en un héroe para los indígenas y un dolor de muelas para los conquistadores. La diferencia radica en que Corocotta no fue traicionado, sino que voluntariamente se presentó él en persona a por la recompensa que habí apor su cabeza.
Ante tal gesto de valentía, Octavio Aungusto le entregó la recompensa, pusto que el había cumplido y además lo dejó marchar libre.
Bibliografía
Corocotta
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