sábado, 28 de enero de 2017

Las intrigas de Fernado "el Católico"

EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS


Muchos grandes líderes militares han vencido gracias a sus triqiñuelas, pero el que se lleva la palma es Fernando II de Aragón "el Católico".



Fernando el Católico, esposo de Isabel la Católica, fue un gran estratega conocido por sus argucias para llegar al poder. Tan retorcida fue su mente que algo mas de un siglo después de su muerte, Nicolás Maquiavelo escribio un libro: El Príncipe,  el cual está basado en el monarca aragonés. (De este autor nos ha llegado célebre la frase: El fin justifica los medios. Sobre la que aun se especula si verdaderamente pertenece al filósofo Maquiavelo. Lo que está claro es que sin duda era la máxima de Fernando el Católico.)


1.- ¿Cómo conseguir una excusa para poder conquistar un reino? En 1511 Fernando el Católico invitó al Reino de Granada a participar en la Liga Santa que el Papa JulioII había creado para menguar el poder francés. Ante la negativa navarra, el aragonés acusó a Catalina de Foix y su marido Juan III de Albret (Reyes de Navarra) de estar aliado con el rey francés Luis XII y conspirar contra él (Fernando II). Con dicha excusa y siendo regente de la Corona de Castilla envió al Duque al mando de un ejército castellano para la conquista de Navarra. En unos pocos meses la conquista estaba acabada y Navarra pasaba a pertenecer a lo que en un futuro sería España.


2.- ¿Cómo ganarse unos territorios por la cara? La rivalidad entre Francia y Aragón parecía haberse calmado cuando tras un tratado, Francía devolvía a Argón el Rosellón y la Cerdaña y a cambio Fernando permitía a Francia entrar en la Península Itálica siempre y cuando no penetrara en los territorios papales. He aquí donde se encuentra la argucia, "nominalmente" (es decir solo teóricamente y no en la práctica) el Papa era el señor de toda Italia, por eso nada más pisaron los franceses territorio italiano, había un ejército castellano-aragonés comandado por el  Gran Capitán para hacer prevalecer el tratado. Los franceses estaban "nominalmente" entrando en territorio papal, con lo que la guerra se retomaba. Sin embargo Fernando había conseguido sin lucha el Rosellón y  la Cerdaña que tanto anhelaba.


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